El principio de “Don Peter” a la Mexicana

El principio de “Don Peter” a la Mexicana

 

Hace poco, escuché a una persona muy conocida referirse al famoso "Principio de Peter" aplicado a las empresas mexicanas. Si bien coincidí en gran parte con su planteamiento, no estuve del todo de acuerdo en cómo se entiende la capacidad de las empresas para sobrevivir, independientemente de quién esté al mando. Porque, al final del día, son las personas las que le dan vida a cualquier organización.

 

Las empresas sobreviven gracias a su gente

 

Las empresas son nobles porque están sostenidas por personas que se dedican con esfuerzo y compromiso. Ellas las mantienen a flote hasta que, por razones personales o profesionales, deciden partir. En ese momento, una empresa, por más sólida que sea su dirección o gerencia, puede caer, y todo gracias al "Principio de Peter". ¿Te suena familiar la frase "Ser buen vendedor no implica ser un buen gerente"? Si es así, seguramente ya sabes a dónde voy con esto.

 

El "Principio de Peter" sostiene que, en una jerarquía, las personas tienden a ascender hasta alcanzar su "nivel de incompetencia". Es decir, un empleado puede ser promovido con base en su éxito en roles anteriores, pero, una vez en un cargo que no domina, puede ser incapaz de desempeñarse de manera efectiva. En México, es común ver cómo esto ocurre cuando el aprendizaje se detiene y no se busca adquirir nuevas habilidades o conocimientos.

 

El peligro de dejar de aprender

 

Una de las mayores señales de que alguien ha alcanzado su "nivel de incompetencia" es la falta de aprendizaje y actualización. Cuando una persona cree que ya sabe todo lo necesario, y que los demás solo deben seguir sus instrucciones, es momento de preocuparse. Peor aún, si subestima la inteligencia de su equipo, caerá en el estancamiento y, con ello, arrastrará a la empresa.

 

Para ilustrar la importancia de mantenerse en constante aprendizaje, basta con observar a las personas exitosas en los negocios y en la vida. Casi todas comparten una característica en común: nunca dejan de aprender. Leen, toman cursos, asisten a conferencias y se rodean de quienes saben más que ellos. Lo hacen con humildad, dejando el ego a un lado y buscando siempre mejorar.

 

Aprender con una mentalidad abierta

 

La clave para seguir creciendo está en observar las cosas con ojos de principiante, cuestionando, explorando y tratando de ver lo que ya conoces desde una nueva perspectiva. Esto no solo te mantiene competitivo, sino que también evita que caigas en el "Principio de Don Peter". Pero, ¿cómo hacerlo de manera efectiva? Aquí te dejo algunas estrategias "a la mexicana" para mantenerte en constante crecimiento.

 

Cómo evitar caer en el "Principio de Don Peter" a la mexicana

 

  • Rompe con la costumbre de dejar de aprender: El aprendizaje es un proceso continuo. No importa cuán bueno seas en algo; siempre hay algo nuevo por descubrir.
  • Rodéate de expertos y sigue adquiriendo conocimientos: Busca complementar tus habilidades aprendiendo de quienes saben más que tú. No tengas miedo de empezar desde cero si es necesario.
  • Invierte en tecnología y úsala sabiamente: La tecnología puede potenciar tu capacidad de aprendizaje y eficiencia. No se trata solo de adquirirla para presumir, sino de utilizarla para mejorar tus habilidades y procesos.

 

Controla tus reacciones, no el mundo

 

En la vida y en los negocios, no puedes controlar todo lo que sucede a tu alrededor. Sin embargo, puedes controlar cómo reaccionas ante las situaciones. Y una de las mejores reacciones que puedes tener es seguir aprendiendo, adaptándote y mejorando continuamente. Rodearte de personas inteligentes, cuestionar tus suposiciones y buscar nuevas perspectivas es la mejor forma de evitar alcanzar el "nivel de incompetencia" que propone el "Principio de Peter".

 

Conclusión

 

El "Principio de Don Peter" es una realidad que todos enfrentamos en algún punto de nuestra vida profesional. Sin embargo, con humildad, aprendizaje constante y disposición para escuchar, es posible evitarlo y seguir creciendo. No permitas que tu camino se detenga; sigue avanzando, aprendiendo y rodeándote de aquellos que te desafían a ser mejor.

 

 

Francisco Contreras

Profesor Administración y Negocios

Centro de Estudios Lomas


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